HUANCAYO:La nueva vida de una joven estudiante universitaria
El vía crucis de Fiorella Surichaqui Torres ante el estado de emergencia en el país.

Fiorella Surichaqui a las afueras de la ciudad
Fiorella Surichaqui Torres, es una joven estudiante de la carrera de ciencias de la comunicación en la Universidad Continental de la ciudad de Huancayo. Ella nos cuenta desde la intimidad de su hogar, cómo son sus días en tiempos de pandemia. Fiorella ve su futuro estancado, ella se siente angustiada e impotente al ver que la vida misma la pone en una situación bastante complicada, ya que, no cuenta con los suficientes recursos financieros para poder solventar el costo, tanto de las mensualidades que hay que pagar en la universidad, como el departamento donde vive.
El caso de la joven Torres es el mismo caso de muchos estudiantes en todo el Perú, todo comenzó a raíz de la alerta nacional dada por el gobierno a causa del COVID-19. El estado de emergencia sanitaria ha hecho que, por el lado del sistema educativo, cientos de instituciones se vean severamente afectadas, y lo que es aún peor, muchos estudiantes se ven obligados a dejar las casas de estudio. Por el momento Fiorella Surichaqui no puede continuar con su carrera, sabe que la están obligando a ello, pero ella coge fuerza y valor para no darse por vencida.

Calle real la bajada de “El Tambo”.
Todos los días sale de su departamento con la esperanza de que en algún momento todo vuelva a la normalidad y pueda continuar construyendo su futuro, en tal sentido Fiorella siente la necesidad de contribuir de alguna manera a que no haya más casos de contagio por coronavirus en la ciudad y a la vez va a poder tener un sustento económico. Por tal motivo nos cuenta que desde muy temprano ella prepara su propio gel antibacterial en un máximo de 20 unidades y sale a la calle a venderlos con las medidas de protección básicas, con suerte logra vender todo, pero en promedio por día vende 15 unidades, llegando a ganar 90 soles. El monto que gana le permite comprar alimentos y material para seguir preparando más gel antibacterial.
La labor que hace puede verse sencilla, pero no lo es, ya que, ella al salir todos los días a las calles de la ciudad para ofrecer su producto, se ve expuesta en gran medida a que pueda contraer el virus. Fiorella siente mucho miedo al realizar esta labor, pero sus ganas de salir adelante pesan mucho más. Por el momento a ella solo le queda seguir trabajando y espera que pronto pueda seguir estudiando y así realizar todos los sueños que tiene en mente.